Como adicta a los olores dulces y casi empalagosos caer en las ediciones limitadas de Lush en Navidad es algo casi asegurado y si encima están al 50% se me pone una cara en plan: "Véndeme algo, véndeme algo".
Previamente ya había picado con varias cosas pero la caja Shine, de hecho la última que quedaba era la caja perfecta con el So White, el Fun dorado y el jabón cuyo olor hace qué olvides por qué Rudolph tiene cornamenta cuando los renos machos la pierden en diciembre.
- El so white huele a manzana verde, perfecto para las mañanas en las que necesitas animarte y aunque el espejo no hable sabes que piensa que eres la más guapa del reino.
- El fun dorado como fun que es, me parece un gran invento, ya que lo puedes usar como jabón, como champú, para hacer burbujas en el baño y para jugar con él.
-El jabón Reinder Rock era uno de los nuevos de este año y su color hacía alusión a los frutos rojos de los que se alimentan los renos. Además te cortaban el trozo que quisieras garantizando que siempre saldría uno de estos artiodáctilos.
-El
Hot Toddy es especiado, con jengibre, canela y limón. Me recuerda un poco al Glögg, aunque creo que ese era un gel insustituible.
Cuando ya había pagado y me disponía a salir por la puerta me fijé que tenían en caja también los perfumes sólidos al 50% y con los que me gusta Sikkim Girls tuve que volver a comprar (la carne es débil, pero con esa compra sabía que al menos iba a oler de maravilla)
Justo el 5 de enero, antesala de reyes, la tienda del Carmen y de Fuencarral abrían hasta las 11:30 de la noche y debo decir que me sorprendió la actitud de los chicos de la tienda, aunque ya debería estar acostumbrada.
A lo largo de la tarde, habíamos pasado por diferentes tiendas de la zona centro de Madrid y los dependientes no dejaban de resoplar, quejarse de la gente cuando estabas delante, no dejar de mirar el reloj, etc, etc.
Cuando entramos a la tienda de Fuencarral, eran casi las 10 y creo recordar que había entre 7 u 8 personas atendiendo, todas con una sonrisa, sin cara de cabreo, ayudándote en lo que quisieras, aconsejándote, incluso oí decir: "Si no estás segura, no te compres el tamaño grande, tenemos los pequeños pero se trata de que compres lo que quieras y lo disfrutes".
Es agradable que en plena vorágine de compras navideñas haya gente que no quiera endosarte cualquier cosa y que te trate como una persona, no como en otros lados que te miran como si fueras la razón de su miseria por tener que estar trabajando.
Justo a las 10, hubo alguno de los dependientes que acababa el turno y qué pensáis que hicieron, ponerse como posesos a comprar en la tienda y es algo que da confianza, como cuando en un restaurante chino ves chinos comiendo.
Tuve la suerte de que aún tenían
bûche de Noël, anteriormente conocido como Tronco de Navidad, así que fue una visita redonda