Algo que a priori puede parecer descabellado, se puede convertir en una buena idea, como es el último lanzamiento de Belkos.
Si bien se presenta como un champú de refresco de Cola, siguiendo la fama que ha cogido entre algunas famosas, la fórmula tiene más que ver con los champús de cebolla que estimulan el crecimiento capilar y es sobre todo esa propiedad la que he sometido a prueba.
Desde hacía dos meses notaba que no me crecía el pelo, que lo haría pero no se notaba. ¿Os habéis encontrado alguna vez a una amiga que se queja de que cada vez tiene el pelo más corto y que no sabe por qué? Aunque parece difícil de creer, es más frecuente de lo que nos podamos imaginar y es sobre todo porque el ciclo de crecimiento capilar comprende tres fases: anágena, catágena y telógena y dependiendo de cómo se desarrolle cada una de ellas los resultados pueden ser muy diferentes.
La fase anágena determina la duración del crecimiento capilar y varía de dos a seis años. Es decir. hay personas que cada pelo les puede crecer durante dos años mientras que a otras seis, unido a que la longitud pueda variar de 1 centímetro hasta 4, si hacéis cuentas veréis las grandes diferencias que se pueden mostrar. Si pensáis en las mujeres de la India rápidamente viene la imagen de cabelleras kilométricas mientras que seguro que conocéis a alguien cercano que diga que el pelo nunca le sobrepasa de media espalda.
En resumen, que si en un momento algún factor varía uno se puede encontrar que los nuevos cabellos que nacen tienen una velocidad de crecimiento inferior y menor duración en el anclaje del cuero cabelludo y que parezca que el pelo mengüe en lugar de que crezca.
Y estando en una situación en la que notaba que el pelo no menguaba pero que tampoco crecía me pareció una idea estupenda probar este champú.
La composición es bastante buena, sobre todo porque contiene ingredientes como la salvia, el romero o la cebolla que estimulan el crecimiento capilar.
Cuando lo empecé a probar estaba al mismo tiempo con el aceite de mostaza que utilizaba en las raíces, masajeando y teniéndolo como 30 minutos antes de lavarme el pelo.
En la primera medición, después de un mes de utilización me creció casi 3,5cm (récord histórico).
En el segundo mes, dejé de utilizar el aceite para centrarme en las propiedades del champú y ver qué hacía por sí sólo. En este caso me creció 1 cm, que ya es mucho más de lo que había conseguido meses antes.
En el tercer mes lo utilicé sólo una vez por semana y tampoco usé ningún tipo de aceite y volvió a crecer otro centímetro.
En el caso del volumen, hay que tener en cuenta que tengo el pelo por la cintura y que conseguir levantarlo como no sea con un alambre al techo puede ser harto difícil.
Otra de las características que anuncian es que debido al ácido fosfórico que incluyen sus ingredientes proporciona brillo y eso no se puede negar.
En la foto podéis apreciar sobre la parte superior, donde no me hecho ningún invento raro como hago de medios a puntas (aceite de brécol y un derivado de la miel)
El champú huele a refresco, pero es un olor sutil que no permanece.
Cunde una barbaridad y con poca cantidad se consigue mucha espuma.
Para cabello normal y seco está bien pero no estaría de más una versión para pelo graso ya que con otros champús he conseguido 1 día más el pelo limpio.