BARBIE SUPERSTAR

Cuando encontré la Peaches & Creme me vine con la Superstar, porque teniendo en cuenta que por el precio de una conseguí las 2, no me lo pensé mucho. En ocasiones hacerse la difícil no lleva a ningún punto, y ahora sé que plantearse si una Barbie de Klimt era buena o mala compra por ese collar de plástico barato que la pusieron fue una mala decisión y no hay forma de encontrar la muñeca, eso por no hablar de la de da Vinci que ha desaparecido sin dar señales.

Esta muñeca para mí supuso un antes y un después, incluso antes de saber de su existencia.

De hecho hasta las mackies para mí barbie no tenía otro rostro y de hecho no podía tenerlo.

En el 77 surge un nuevo molde, tanto de cara como de cuerpo y Barbie se erige en un icono si cabe aún mayor que lo que había sido hasta entonces.

Con esos brazos perfectos para los ovillos de lana, el anillo perforando la mano y los collares de plástico...

Han pasado tantos años pero si mi memoria no se lo inventa me suena hasta bollos tipo la Pantera Rosa de Barbie y cromos.

De aquella la ropa estaba mucho mejor hecha y no había tanto velcro sino mucho corchete.

Para muchos no es sino un símbolo de mujer objeto, pero para mí Barbie era una muñeca que te mostraba que podías ser o que quisieras: ejecutiva, cantante, profesora, viajar por el mundo, tener un montón de amigas. Cada uno ve lo que quiere ver.

Eso sí, reconozco que el pelo se lo mejoraron porque si coges a una barbie de las antiguas en la mitad de la cabeza no hay pelo, afortunadamente eso cambió.

Esperemos que en sucesivas repros podamos encontrar la Totally Hair, la Día y Noche, la Pétalos de Rosa y me gustaría que sacaran una que tuve, que tenía un chisme en la cabeza para hacerle moños, iba con un mono de plástico blanco y un cinturón dorado.